A cargo por más de medio siglo de la empresa que su abuelo había fundado en 1907, Enrique Menotti Pescarmona fue uno de los empresarios más poderosos del país, pionero en la oferta de soluciones energéticas y metalúrgicas a gran escala para la industria del petróleo y la construcción, en su Mendoza natal y en suelos remotos desde Brasil y Venezuela hasta Malasia.

Eran tiempos de copiosos contratos de obra pública e ingresos formidables, Sin embargo, una concatenación de yerros comerciales y apuestas fallidas dejó a su emporio contra las cuerdas, primero disminuyó a sólo un tercio la participación accionaria en el grupo empresario familiar y el año pasado se redujo a cero. En el medio, un escándalo oscureció la historia de negocios del grupo IMPSA: la investigación del periodista Diego

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