En un movimiento decisivo, la Santa Sede ha nombrado a tres comisionados apostólicos adjuntos para gestionar la supresión definitiva del Sodalicio de Vida Cristiana y sus entidades vinculadas. La medida representa la fase operativa final de un proceso de intervención que busca cerrar una de las crisis más significativas en la historia eclesial reciente de América Latina.
El arzobispo de Arequipa, monseñor Javier del Río Alba, encabeza el grupo de comisionados adjuntos, acompañado por los laicos César Arriaga Pacheco y Juan Velásquez Salazar. Su mandato específico es asistir al comisario principal, monseñor Jordi Bertomeu. Esto, en la ejecución de los decretos de supresión emitidos el pasado enero con la aprobación expresa del papa Francisco.
La designación otorga a este equipo facultades

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