El Barcelona regresó del partido en Brujas con las mismas sensaciones que rondan a los azulgranas desde el principio de temporada. El equipo se ha descosido, no encuentra la manera de solucionar los problemas defensivos y los tres goles recibidos ante el conjunto belga no hacen sino ahondar aún más en un problema que ya se ha vuelto recurrente. Es el principal quebradero de cabeza de un Hansi Flick que no piensa dar una vuelta a su modelo de juego. No hay plan B, el Barça solo sabe jugar en la cornisa.

Esa obstinación es lo que llevó al Barça a repetir todos sus pecados en Bélgica. El equipo de Flick no supo atacar, volcó todo su juego en Lamine Yamal , y una vez perdía el balón todas las alarmas saltaban. Los culés tienen pérdidas de balón en zonas prohibidas, presionan con menor int

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