Miguel Ceballos Puebla / 06.11.2025 10:38:00

De sombrero rojo, abrigo negro, alta y de tez clara; recargada sobre una cripta y con la mirada fija sobre las paladas de tierra, la viuda del policía Arturo Jiménez da el ultimo adiós a su compañero de vida. En la mano derecha sostiene una bandera de México, aquella que cubrió el féretro de su esposo durante las ceremonias religiosas, en la otra, la mano de su pequeño hijo y a un costado su otra hija, también menor de edad. A su alrededor decenas de familiares y amigos, que la acompañan en el panteón.

Entre rezos y murmullos se abre paso una tenue voz: “debieron haberlo protegido”, es ella, la viuda del oficial Arturo, quien accede a platicar con MILENIO un par de minutos ahí mismo, en el nuevo panteón de Palmarito Tochapan, Qu

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