Hay momentos en los que la historia se detiene para mirarse y reflexionar . Hoy, la Argentina vive uno de ellos. Comienza un juicio que puede marcar no solo el destino judicial de Cristina Fernández de Kirchner , sino también el cierre simbólico de un ciclo político que definió dos décadas del país: el kirchnerismo.

Lo que está en juego no es una simple causa penal. Es mucho más que eso: una radiografía moral de un modelo de poder que entrelazó política, negocios y Estado en una sola maquinaria. Desde 2003, esa estructura operó con disciplina vertical, lealtades compradas y una visión del dinero no como herramienta, sino como fetiche. El dinero fue poder y placer.

El kirchnerismo nació de las cenizas de la crisis de 2001. Néstor Kirchner ofrecía orden en medio del caos y autorida

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