Por Itzel Chan

M ÉRIDA, MX.— El asesinato del presidente municipal de Uruapan, Carlos Manzo Rodríguez, generó un intercambio de posturas entre legisladores de distintas bancadas, quienes coincidieron en la gravedad del hecho, pero discreparon sobre las causas y las responsabilidades políticas detrás de la violencia.

El diputado Roger Torres Peniche sostuvo que la muerte del alcalde evidencia la ausencia del Estado y el fracaso de la estrategia federal de seguridad. “Carlos Manzo no murió: el gobierno lo dejó morir”, expresó. Señaló que el edil pidió ayuda en múltiples ocasiones sin recibir respuesta, mientras se retiraba la presencia de la Guardia Nacional.

“En el México más militarizado de la historia, 14 soldados no pudieron evitar el asesinato de un alcalde amenazado públicamente”, cuestionó Torres. “Si ese es el nivel de protección del Estado, ¿qué esperanza le queda al ciudadano común?”, añadió, al tiempo que advirtió que Yucatán no debe confiarse: “La paz que disfrutamos no es eterna ni está garantizada; se defiende con participación y con exigencia ciudadana”.

Por su parte, el diputado Javier Osante Solís, de Movimiento Ciudadano, calificó el crimen como “reflejo de un gobierno que ha permitido que la violencia se siente en la silla del poder”. Criticó que el silencio de las autoridades haya hecho cómplices a quienes debieron proteger al alcalde.

“No coincido en guardar un minuto de silencio; a Manzo no se le honra callando, se le honra actuando”, dijo. Añadió que el país vive los resultados de una estrategia fallida de ‘abrazos, no balazos’, y exhortó a aprobar una reforma para crear un Fondo para la Consolidación de la Paz, con recursos destinados a educación, cultura y espacios públicos. “La paz no se construye con armas ni discursos, sino con oportunidades”, afirmó.

En contraste, la diputada Estefanía Baeza, de Morena, defendió la política de seguridad impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum y acusó a la oposición de “lucrar políticamente con la tragedia”.

“Rechazamos que algunos revoloteen sobre el dolor ajeno como buitres en busca de carroña electoral”, expresó. Señaló que la violencia en México no comenzó con el actual gobierno y recordó los asesinatos y desapariciones ocurridos en sexenios anteriores.

Baeza citó cifras que, según dijo, muestran resultados positivos: “Entre 2019 y 2024 los delitos de alto impacto disminuyeron 40%, y los homicidios dolosos 32% en el último año”. Afirmó que el nuevo Plan Michoacán por la Paz y la Justicia busca reforzar la coordinación con estados y municipios “desde una convicción profunda: la paz no se impone con la fuerza, se construye con justicia y desarrollo”.

Pese a las diferencias ideológicas, las tres intervenciones coincidieron en que el asesinato de Carlos Manzo no puede normalizarse y que la paz requiere acciones concretas. Mientras la oposición exige revisar la estrategia de seguridad y fortalecer la protección a autoridades locales, Morena defiende la continuidad de un modelo basado en la atención a las causas. ( Noticaribe )