Los lagos amazónicos han llegado a alcanzar temperaturas durante las últimas sequías incluso por encima de los 41ºC. Se han convertido en auténticos ‘spas’, en palabras de los científicos que han monitoreado la temperatura del agua. En consecuencia, cientos de delfines rosados, una especie emblemática en extinción, resultaron muertos, y poblaciones enteras de peces han desaparecido.

Los impactos del cambio climático en la vida indígena a las orillas de estos lagos y de los ríos está acabando con la resiliencia del conocido como el ‘pulmón’ tropical del mundo’, una función que está dejando de ejercer: en 2024 la Amazonía ya emitió más C02 por los fuegos que debido a la deforestación.

Lagos “hirvientes”, muerte de las especies

Los datos de las temperaturas en el agua en los lagos, publica

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