Hace ya más de una década que Rubén Guerrero hizo las maletas para ir a Estados Unidos . Un ala-pívot espigado de 2.10 metros que jugaba de cara volvió seis años después convertido en un cinco puro y una mole de músculos, ya en 2.13. Años repartidos en Kansas, Florida y Alabama antes de regresar al Unicaja en 2019. Más de 150 partidos con el primer equipo, en una dinámica que no era la óptima, llevaron a la salida del equipo en el verano de 2022, rumbo al Obradoiro . Allí jugó dos años, otro más en Granada , con sendos descensos. Ahora está en Andorra a las órdenes d e Joan Plaza y aguarda este sábado al Unicaja. El equipo está en la zona baja y pelea por escalar puesto.

El marbellí juega 11 minutos por partido, en los que promedia 4.8 puntos y 4.0 rebotes para 7.8 de valora

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