Dee McDonald, una activista liberal de 64 años, depende del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP por sus siglas en inglés), para alimentar a sus tres nietos en su casa en el este de Mesa.

Sus pagos del SNAP llegan el séptimo día de cada mes. Pero este mes, esa partida presupuestaria, generalmente fiable, es una incógnita.

"No sé si voy a recibir algo", declaró McDonald al medio de comunicación The Arizona Republic.

El SNAP se ha convertido en un punto álgido en el actual cierre del gobierno, mientras el presidente Donald Trump duda sobre si su administración enviará los cheques que sustentan a millones de familias, incluso después de que un tribunal le ordenara hacerlo.

Es uno de los varios recortes drásticos que afectarán a Arizona a medida que el cie

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