A finales de septiembre, Elizabeth Wick, residente de Arlington, Texas, recibió un correo que le generó gran preocupación. Su aseguradora, Blue Cross and Blue Shield of Texas, le notificó que su prima mensual bajo la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio (ACA) aumentaría a 1.380 dólares el próximo año, un incremento significativo desde los 862 dólares actuales. Wick, de 57 años, actualmente recibe 400 dólares en subsidios federales, lo que hace que su seguro médico sea más asequible. Sin embargo, se enfrenta a la posibilidad de perder esta ayuda en 2026, lo que podría obligarla a cerrar su práctica como terapeuta especializada en sobrevivientes de agresión sexual.
La situación de Wick es un reflejo de la realidad que enfrentan millones de estadounidenses con pólizas de la ACA. La expiración de los subsidios ampliados, que han permitido a muchos acceder a cobertura médica a bajo costo, está generando un aumento en las tarifas de seguros médicos. Este incremento podría llevar a muchos a tomar decisiones difíciles, como reducir otros gastos esenciales o renunciar a la atención médica.
El debate sobre la extensión de estos subsidios se ha convertido en un punto crítico en el Capitolio, donde los demócratas han condicionado su apoyo a un paquete de financiamiento para el año fiscal 2026 a la inclusión de la ayuda ampliada. Por su parte, los republicanos han afirmado que solo negociarán una vez que el Gobierno reabra. Los subsidios ampliados, que fueron aprobados durante la pandemia de COVID-19, han permitido que un récord de 24 millones de personas se inscriban en pólizas de Obamacare este año.
Según datos federales, las aseguradoras han aumentado las tarifas en un 26% en promedio para el próximo año. Sin embargo, los afiliados verán un aumento mucho mayor en sus pagos, ya que perderán la ayuda adicional. Cynthia Cox, directora del Programa sobre la ACA en KFF, explicó que aquellos con ingresos apenas por encima del nivel de pobreza podrían pasar de pagar 0 dólares a varios cientos de dólares al año, lo que representa una carga financiera considerable.
Sunni Montgomery, de 63 años, es otra de las personas afectadas. Enfrentando un cáncer de pulmón, su prima mensual este año fue de 541 dólares gracias a los subsidios. Sin embargo, el próximo año, sin esa ayuda, su prima podría aumentar a 1.758 dólares, lo que la dejaría sin cobertura para sus tratamientos vitales. Montgomery expresó su angustia: “Tengo que enfrentar la realidad de que probablemente me convertiré en una paciente con cáncer en etapa avanzada sin seguro”.
Chris y Donna Vetter, una pareja de Maryland, también se ven obligados a dejar su seguro médico. Con un aumento de su prima a 1.975 dólares al mes, han decidido que no pueden permitírselo. Chris, de 62 años, y Donna, de 60, dependen de su plan de la ACA para controlar condiciones de salud como el asma y la fibrilación auricular. Ahora, se preparan para un futuro sin cobertura, temiendo las consecuencias de no tener acceso a atención médica.
Alison y su esposo Chris, de Carson City, Nevada, están considerando sus opciones tras el aumento de las primas. Este año, su póliza costó 183 dólares al mes, pero el próximo año podría ascender a 936 dólares. Están evaluando la posibilidad de adquirir un plan más económico, aunque eso implicaría un deducible mucho más alto, lo que les haría dudar antes de buscar atención médica.
La incertidumbre sobre el futuro de los subsidios de Obamacare y el aumento de las primas están generando preocupación entre los afiliados, quienes se enfrentan a decisiones difíciles que podrían afectar su salud y bienestar financiero.

Noticias de América

Latinus
RT en Español
Fashion Network business
New York Post
Reuters US Domestic
MLB