Por mi origen no estoy, no he estado, ni estaré de acuerdo con la doctrina ideológica que define los objetivos, acciones, principios y valores de los grupos representantes de la derecha y de la ultra-derecha en nuestro país, mucho menos apoyar la existencia de un gobierno con un plan de desarrollo con semejantes tendencias ideológicas y en beneficio de las minorías.

Convicción que no debe ser motivo para que obstaculice el uso de uno de mis derechos constitucionales de poder manifestar libremente mi opinión de acuerdo a mis conocimientos, mis ideas, mis inquietudes y hasta mis propios intereses, sobre los diversos acontecimientos naturales y sociales que a diario suceden a mi alrededor, como resultado de la forma como está organizada la sociedad mexicana para atender las necesidades y los

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