Con una actuación decisiva de Sebastián Villa, Independiente Rivadavia de Mendoza escribió una página dorada en su historia al conquistar por primera vez la Copa Argentina, tras vencer por penales (5-3) a Argentinos Juniors, luego del 2-2 en los 90 minutos.

El escenario de la hazaña fue el estadio Juan Domingo Perón de Córdoba, donde el equipo dirigido por Alfredo Berti mostró carácter y efectividad en los momentos clave. Desde el arranque, la Lepra salió decidida a buscar el título. A los 9 minutos, el paraguayo Álex Arce abrió el marcador, dando el primer golpe.

Durante el primer tiempo, Villa fue un constante dolor de cabeza para la defensa rival con su velocidad y desborde. En la segunda parte, el colombiano volvió a ser protagonista: robó el balón a Federico Fattori, avanzó con pote

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