El único pecado de Irving antes de morir arrollado en Puebla fue reclamar por un golpe que le hicieron a su vehículo cuando regresaba a casa después de ver a su novia. Hoy, el joven de 18 años ha fallecido y su madre es quien se encargó de despedirlo con un mensaje en sus redes sociales.

Basta con leer la primera línea para entender el dolor que carcome a Laura Quintero, quien despidió a Irving como su bebé y recordó los 18 años que el joven estuvo bajo su cuidado.

“Mi príncipe, cómo es la vida, te cuidé 18 años y te tuve a mi lado. Pasamos los mejores y maravillosos momentos juntos con esa chispa tan única que tenías”, escribió Laura en su cuenta de Facebook el mismo 3 de noviembre en que Irving Giovanni fue declarado con muerte cerebral.

Su diagnóstico derivó de un altercado vi

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