Cada año, millones de mexicanos participan en El Buen Fin no sólo para aprovechar promociones, sino para disfrutar de una experiencia colectiva: la Secretaría de Economía reporta que más de 300 mil empresas participaron en la pasada edición, muchas de ellas organizando eventos, música y dinámicas familiares.

El programa ha evolucionado hacia un modelo de “activación social”, con ferias comerciales, conciertos y espacios de convivencia que dinamizan los centros urbanos.

Profeco y las cámaras empresariales colaboran para asegurar que estos eventos sean seguros y transparentes para los consumidores.

En el sector privado, se suman centros comerciales, cadenas y emprendedores que aprovechan la fecha para fortalecer la relación con sus comunidades mediante actividades recreativas, rifas y pro

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