Una denuncia estremecedora volvió a poner en evidencia la falta de controles en la meseta chubutense. En la zona comprendida entre la Ruta 29, que une Garayalde con la Ruta 27 , una productora rural advirtió sobre una caza furtiva sistemática y cruel de guanacos y burros , realizada durante la noche y a plena impunidad.

Azucena Caamaño, propietaria de campos en esa zona, relató en diálogo con ADNSUR la situación que atraviesa desde hace meses y que se agrava semana a semana.

“Tengo campos en la meseta, entre la ruta 29 que viene de Garayalde, y el empalme con la ruta 27, en el medio de la meseta. Esa ruta atraviesa unos 30 kilómetros dentro de lo que es mi campo. Ahí estamos buscando incluso desarrollar un producto turístico con la fauna de nuestra región”, explicó.

Pero el sueño

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