Impulsado por la exhibición ofensiva del ala-pívot Trey Lyles (29 puntos), el Real Madrid retrató este viernes al Barça de Joan Peñarroya, que sucumbió como local en el primer Clásico europeo de la temporada (92-101), en un partido que los blancos dominaron en el marcador desde el primer cuarto.

La permisividad defensiva local y el acierto visitante en el asalto inicial (24-34) marcó la inercia de un encuentro en el que los azulgranas mejoraron con el avance del crono y pelearon hasta el final, pero sin optar en ningún momento a la remontada a pesar de la diferencia final en el marcador.

Pero más allá del resultado, el partido retrató la diferencia que existe entre el Real Madrid, un proyecto ganador en España que se ha renovado y ha invertido para ser más competitivo en la Euroliga, y e

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