Han pasado ya veinte años desde que nos dejó Noriyuki "Pat" Morita, pero su figura sigue siendo inseparable del imaginario popular gracias a su icónico papel del señor Miyagi en Karate Kid. Pero, más allá de "dar cera y pulir cera", Morita tuvo una vida intensa, tan fascinante como conmovedora.

Hijo de inmigrantes japoneses, Morita nació en California en 1932 y no lo tuvo nada fácil. De niño pasó largas temporadas en hospitales debido a una tuberculosis espinal que lo dejó prácticamente inválido hasta los once años y, tras una operación en la que le soldaron cuatro vértebras, volvió a aprender a caminar. Fue en esta época de su vida entre hospitales cuando empezó a interesarse por la interpretación: cuando no podía salir a jugar con otros niños, hacía marionetas con sus calcetines e inven

See Full Page