Isabel Preysler, en una fotografía de archivo

08 nov 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Allá por los años setenta, el inefable JCCalderón , buen músico donde los haya, nos ofreció su enésima composición a través de Cartas Amarillas, una balaba preciosa que triunfó cantada por Nino Bravo: Han muerto los dos y mientras descansan en paz, su recuerdo, aunque de forma desigual, permanece grabado en nuestra memoria, como permanece toda la música que nos hizo vibrar en la juventud, sin que ni el brusco paso del tiempo ni las muchas lluvias caídas desde entonces hayan conseguido borrar su huella. Todavía parece que estoy oyendo la canción, los compases iniciales al piano resultan inconfundibles.

Las cartas que se dirigen los enamorados son, como en ese caso, declaraciones de amor más o menos

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