El uso de hormonas en la producción de pollo es un mito, afirmó el gerente de la Asociación de Avicultores de Aguascalientes, Marco Antonio Luévano.

Argumentó la importancia de evitar al máximo el estrés en las aves de engorda, pues incluso el clima y los factores medioambientales implican un control que incide de manera positiva o negativa en la producción.

Los procesos de crecimiento y engorda se basan en la genética, la alimentación balanceada y el manejo tecnificado de las granjas, por lo que buscar la manipulación o la aplicación de inyecciones a las gallinas implicaría estrés y pérdida de peso.

Explicó que inyectar hormonas sería inviable económica y sanitariamente, pues generaría estrés en las aves y una reducción en la producción; por el contrario, se evita al máximo el contacto

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