Un minuto llevaba Antoine Griezmann en el campo cuando llegó al área pequeña para rematar un pase de Llorente desde la derecha y marcar el segundo del Atleti. Menos de sesenta segundos para cumplir con la costumbre de seguir siendo decisivo.

Un fogonazo que sirve para tapar el oscuro partido del Atlético, al que le costó mucho superar la barrera que Julián Calero había puesto delante de su área. No suele ser el Levante un rival cómodo para el Atlético en los últimos tiempos y el partido confirmó la tendencia.

Sólo necesitaba un poco de espacio el Atlético para correr y poder resolver así el partido. Y para dar la razón a Simeone con los cambios. Aunque en esto hay más casualidad que influencia del banquillo. Baena , que se fue al medio después de la entrada de Almada por Barrios, c

See Full Page