Mike Tyson pareciera ser que nunca se rinde, y cómo no, si durante su exitosa carrera en el boxeo demostró que es capaz de lograr lo imposible y siempre ofrecer un espectáculo. Sin embargo, tras su última pelea contra Jake Paul , Tyson dio luces de no estar en un buen nivel y generó mucha decepción en los fanáticos. La mala forma de Tyson despertó dudas entre los expertos, sin embargo, Iron Mike tendría pensado ir por una revancha.

Tyson, que entonces tenía 58 años, no solo perdió la pelea que rompió récords de audiencia gracias al alcance global de Netflix, sino que admitió haber sufrido graves problemas de salud que lo llevaron a apenas recordar el combate , exponiendo crudamente su edad y condición física. Ahora, el ex campeón peso pesado insiste en que está en un mejor estado de

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