Cierto día caluroso, el Alvarado, municipio de Veracruz, Valentina Murrieta le dijo a su padre que quería acompañarlo al campo de futbol. Ahí lo vio jugar cuando ella tenía siete años y ahí mismo, decidió que quería ser portera.

"Ver a mi papá con sus guantes, con su sueter diferente, volar, atajar, era un super héroe y quise ser como él".

Los sueños se cristalizan, pero se trabaja para ello. Valentina, una chica valiente acaparó la atención en el Mundial Sub 17 femenil de la FIFA cuando ante Italia en menos de media hora atajó dos penales. Ya en la tanda definitiva para encontrar el pase a semifinales, sacó otro más. La chica veracruzana con su cinta blanca en la cabeza y guantes negros, había pasado a la historia.

No conforme con eso, en el juego por el tercer lugar atajó dos penales

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