Se viene un nuevo Boca-River. Y con ello, el recuerdo inevitable del tanto de Maradona a Fillol en el barro y bajo la lluvia.

El resultado no es lo único, como no es lo único respirar. Pero sin respirar no se vive y sin resultado el fútbol no tendría sentido. Pero más allá de lo esencial, está lo importante. Se puede vivir solo por respirar, o también se puede honrar la vida o incluso trascender. Se juega para ganar pero hay imágenes, momentos, instantes, que trascienden el resultado y quiebran la historia a través de la belleza.

Pues entonces las jugadas más hermosas de la rica historia del Superclásico en la Bombonera seguramente hayan sido “El Caño más bello del mundo” (Diego Tomassi dixit), el túnel de Riquelme a Yepes en el Boca-River eliminatorio de Libertadores de 2000; y el

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