La innovación está asociada al riesgo, la complejidad y la incertidumbre. Innovar implica explorar posiciones competitivas superiores mediante nuevas ideas, nuevas tecnologías o modelos de negocio que tienen probabilidad cierta de fallo. Gestionar la innovación consiste, precisamente, en gestionar adecuadamente el riesgo de esa exploración. Se innova con preparación, metodología, datos, y análisis riguroso. Las empresas innovadoras determinan nuevos espacios de oportunidades (“territorios de caza”), buscan deliberada y sistemáticamente ideas y escalan rápidamente aquellas que se demuestran
de éxito.
Bajo esta lógica, publiqué un artículo en Engineering Management Review en el que categorizaba la innovación en cuatro tipologías, según su nivel de riesgo y expectativa de retorno. La inno

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