Vertebral Mariona Gumpert
Conversaciones prohibidas
Le he tenido que pedir a mi marido que interrumpamos la costumbre de hablar de trabajo. Él sale ganando: ¿imaginan lo enervante que es estar casado con alguien a quien le pagan por dar su opinión política?
Es curioso cómo algunas profesiones son capaces de torpedear las mejores relaciones personales. Se me ocurre, así a bote pronto, un inspector de Hacienda casado con una autónoma. Cataclismo cada trimestre: ¿cómo no volver a tu marido objeto de tu justa ira? Si de normal un esposo que cumple con Dios, la patria y el rey tiene la obligación moral de ser el saco de boxeo de su mujer, ¿cuánto más si representa al brazo ejecutor del expolio fiscal?
A veces las incompatibilidades nos asaltan, sobrevienen a traición. Recuerdo lo feliz qu

El Debate