«Bebel era zurdo para pensar y para chutar. En el estadio, se pone la camiseta del Dépor. A la salida del estadio, se pone la camiseta de la Juventud Socialista...» . El arranque del cuento es familiar a cualquier deportivista. Lo escribió un gigante de las letras hispanas, Eduardo Galeano . El relato fundó al mito sin que quedase claro nunca cómo había llegado a los oídos del uruguayo la historia del joven socialista coruñés que orinó ante sus verdugos antes de su fusilamiento. Lo cierto es que, en una de esas vicisitudes que desde hace años unen las dos orillas del Atlántico, se la contó Selva García Pomes , su sobrina, e hija del único de los conocidos como Hermanos de la Lejía que logró evitar el destino del paseado. En su memoria, costeó ella misma una escultura que donó al Ay

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