El adelanto electoral en Extremadura le ha pillado al PSOE a contrapié, y eso nadie lo niega, ni en Ferraz ni en la federación extremeña. Con su movimiento, la presidenta autonómica María Guardiola fuerza a los socialistas a concurrir en las urnas con un candidato, Miguel Ángel Gallardo, que se sentará semanas después como imputado en el juicio por la contratación del caso del hermano de Pedro Sánchez en la Diputación de Badajoz, que presidía el socialista. Y a ello se suma la profunda división en la que el PSOE extremeño lleva sumido desde hace un año y medio, desde que Gallardo sucedió al frente del partido a Guillermo Fernández Vara, imponiéndose a la candidata favorita de Ferraz.

Ahora, un año y medio después, Gallardo afronta su primera cita electoral, con parte del partido cuestiona

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