Accedo a Teoría del mundo de la vida, de Hans Blumenberg, publicado por Fondo de Cultura Económica, y antes de leerlo me vienen ganas de volver a algunos de sus textos viejos, en especial a Naufragio con espectador, del que recuerdo una frase perfecta: “Lo difícil que se ha vuelto seguir siendo espectador”. Podría agregar, yo, “solo espectador”, ya no participante de un happening, un reality show, o militante de lo que sea. No. Tan solo espectador. Pues volviendo al libro, la del naufragio es una de las más potentes metáforas literarias y políticas, y la posibilidad de asistir –como espectadores– a nuestro propio naufragio no deja de tener consecuencias impredecibles. Herder viaja de Alemania a Francia para presenciar la Revolución, y a la vuelta, en enero de 1790, la nave se va a pique en

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