Que se haya logrado que la misión de verificación de la ONU al proceso de paz de Colombia se prorrogue por un año más es una buena cosa, pero no debe interpretarse -ni mucho menos- como un aplauso a la política de “paz total” de nuestro país, que está haciendo agua por todas partes.

En las diversas ocasiones que esta misión de verificación ha sido prorrogada (el Consejo de Seguridad la va autorizando por periodos anuales) es la primera vez que no ha sido prorrogada por unanimidad. En esta ocasión tanto Estados Unidos como Rusia se abstuvieron. La abstención de los Estados Unidos es fácil de entender: refleja el malestar y los roces que ha tenido recientemente el gobierno Petro con el de Trump. La abstención de Rusia es menos entendible.

Ahora bien: el mandato se ha prolongado por un año,

See Full Page