En México se vive conmoción e indignación por el asesinato del alcalde de Uruapan, Michoacán, Carlos Manzo, conocido por su lucha contra el crimen organizado y la corrupción. Al tiempo que el Gobierno de Estados Unidos no solo condenó el asesinato, sino que ofreció profundizar la cooperación en materia de seguridad. Por su parte, el Gobierno federal implementó el “Plan Michoacán por la Paz y la Justicia”, una estrategia de seguridad que contempla una inversión millonaria y el despliegue de al menos 10.000 integrantes de las fuerzas federales en la entidad. Mario González y una mesa de expertos analizan la preocupante situación.

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