La madrugada del 9 de noviembre, la Fiscalía General de la República (FGR) detuvo a Jorge Antonio Sánchez Ortega en Tijuana, Baja California. Este exagente del extinto Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) es señalado como el presunto segundo tirador en el asesinato de Luis Donaldo Colosio, ocurrido el 23 de marzo de 1994 en Lomas Taurinas. La detención ha reavivado un caso que muchos creían cerrado, generando nuevas interrogantes sobre la versión oficial del crimen.

Sánchez Ortega fue arrestado en la colonia Los Reyes, a las 4:37 PM, y actualmente se encuentra a disposición de un juez federal. Aunque las autoridades no han especificado el delito que motiva su aprehensión, su nombre ha estado vinculado al caso desde el mismo día del asesinato. En 1994, fue detenido poco después del atentado, cuando se encontraron en su ropa manchas de sangre de Colosio y residuos de pólvora en una prueba pericial.

A pesar de estas evidencias, fue liberado al día siguiente, ya que la Procuraduría General de la República (PGR) en ese momento no consideró suficientes las pruebas para mantenerlo bajo custodia. Desde entonces, la versión oficial ha sostenido que Mario Aburto Martínez fue el único tirador, desestimando la posibilidad de un complot o la existencia de un segundo implicado.

La reciente detención de Sánchez Ortega se produce en un contexto de reactivación de la investigación por parte de la FGR, que ha estado revisando archivos y testimonios para esclarecer inconsistencias en el caso. Fuentes cercanas a la investigación han indicado que la detención se basa en nuevos hallazgos que corroboran la hipótesis de un segundo tirador, lo que podría cambiar la narrativa histórica del magnicidio.

Luis Donaldo Colosio Riojas, hijo del excandidato y actual alcalde de Monterrey, ha pedido respeto por la memoria de su padre y ha instado a las autoridades a no politizar el caso. “No se trata de abrir heridas, sino de conocer la verdad”, afirmó, enfatizando que su familia busca justicia, no venganza.

El asesinato de Colosio marcó un hito en la historia política de México, y la posibilidad de que haya existido un segundo tirador ha sido objeto de debate durante más de tres décadas. La FGR ha manifestado su intención de esclarecer completamente el caso, lo que podría implicar una revisión más profunda de las circunstancias que rodearon el trágico evento de 1994. Se espera que en las próximas horas se brinde más información sobre los cargos formales contra Sánchez Ortega, quien ahora enfrenta un nuevo capítulo en su historia vinculada al caso Colosio.