La abultada derrota de este domingo en la pista del Bàsquet Girona (96-78), equipo destinado a pelear por la salvación en la Liga Endesa y que solo había ganado uno de los cinco partidos disputados, ha sido el detonante definitivo para el técnico, que llegaba muy cuestionado por los tropiezos previos ante el UCAM Murcia (78-81) y el Real Madrid (92-101). El equipo catalán ha encajado 30 puntos o más en el primer cuarto de los últimos tres partidos, y venía de ser abucheado por su afición en la derrota del pasado viernes contra el Real Madrid, que terminó con una pañolada y gritos de dimisión hacia el directivo responsable de la sección, Josep Cubells, sentado en el palco junto al presidente Joan Laporta.

Lejos de reaccionar en Fontajau, el Barça fue un equipo sin alma, dominado en todo mo

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