En los últimos años, las técnicas de análisis de ADN con fines forenses han evolucionado notablemente. Y, esa tecnología, unida a las nuevas bases de datos más completas y detalladas, además de la coordinación entre los cuerpos policiales, son clave para el esclarecimiento de casos. Esto es precisamente lo que ha permitido que la Guardia Civil haya puesto nombre y apellidos a los restos de una joven avilesina asesinada en el año 1991.

Crimen de Reyes

El crimen ocurrió el 6 de enero de 1991, pero su desaparición no se denunció hasta cinco años más tarde. Fue la madre de la joven de 24 años quien acudió a la Guardia Civil para relatar que no sabía nada de su hija y que cuidaba de su nieta desde hacía cinco años.

Las primeras gestiones no llevaron a ninguna línea de investigación y el

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