Max Verstappen volvió a dejar su sello imborrable en la historia reciente de la Fórmula 1 con una actuación mítica en el Gran Premio de Brasil . El neerlandés, que partía desde el pit-lane y sufrió un pinchazo en plena remontada, fue capaz de escalar posiciones hasta subirse al podio en tercera posición , regalando a los aficionados una de esas gestas que alimentan su leyenda.
Tras una penalización que lo obligó a salir desde la calle de boxes, Verstappen no se rindió ni un segundo . La carrera se torció aún más con un toque que le provocó un pinchazo en una resalida, pero lejos de bajar los brazos, activó su modo más agresivo, su instinto de campeón. “Solo iba a tope” , confesó al terminar. Esa frase, sencilla pero reveladora, define a la perfección su carácter competitivo.
Con un nuevo motor y un cambio de reglajes que le devolvió la confianza en un coche que el sábado había sido casi incontrolable, Max se lanzó al ataque . “Fue una carrera más fría y nos ayudó. Sentía el coche mucho más receptivo”, explicó. Su ritmo fue devastador, especialmente en la segunda mitad de carrera, cuando superó por el exterior a Russell en una maniobra magistral y rozó el adelantamiento a Antonelli .
El resultado final — tercer lugar y a solo 10 segundos del líder — fue una hazaña considerando las circunstancias. Y aunque Lando Norris se escapa en la clasificación con una ventaja de 49 puntos , Verstappen demostró que seguirá peleando hasta el último metro. "Quizá el campeonato se pone fuera de alcance, pero nunca nos rendimos", aseguró con determinación.
La actuación del piloto de Red Bull fue reconocida incluso por sus rivales. Franco Colapinto fue claro al ver la remontada desde pista:
“Si estás a la cola solo sufres... salvo que seas él” .
Ese “él” que rompe moldes, que no acepta límites, que convierte un coche poco competitivo en una amenaza real. Max Verstappen no fue un piloto más en Interlagos , fue el show, la resistencia al conformismo, la evidencia de que cuando se trata de talento puro, hay pocos como él.
En su camino hacia el podio, se reencontró con ese Red Bull competitivo que había brillado a principios de temporada. El equipo abrió un nuevo propulsor , y aunque no es el Red Bull invencible de años pasados, con Max al volante puede ser letal. “Llegué a Kimi y las ruedas se sobrecalentaron, perdí todo el grip”, admitió. Esa sobretemperatura impidió quizás que luchara por la victoria, pero no empañó el espectáculo ofrecido.
Su actuación lo coloca en una mesa reservada a los grandes mitos del deporte . Pocos han logrado subir al podio partiendo desde el pit-lane . Lo hizo Sebastian Vettel en Abu Dhabi 2012 , también Lewis Hamilton en Hungría 2014 ... y ahora Verstappen en Brasil 2025 , con un coche que el sábado parecía completamente desahuciado.
Más allá del resultado, lo que deja su paso por Interlagos es una lección de resiliencia, velocidad y talento en estado puro . No hay rival demasiado lejos , ni situación demasiado adversa cuando Max está inspirado . Su nombre vuelve a grabarse con letras de oro en la historia de un campeonato que aún no ha terminado .
Con Las Vegas, Qatar y Abu Dhabi todavía por delante, y aunque Norris lo tiene de cara para coronarse , está claro que el campeonato seguirá siendo un espectáculo mientras Verstappen esté en pista .

ALERTA El Diario de Cantabria
AlterNet
Atlanta Black Star Entertainment
Women's Wear Daily Lifestyle
Raw Story