Se repite la historia. Mismos protagonistas, mismo argumento y, en un suponer, aunque está por ver, mismo desenlace. Barcelona en Comú anunció el 16 de octubre su predisposición a negociar los presupuestos del 2026 en Barcelona. Janet Sanz, la líder del grupo municipal, puso entonces dos condiciones: dejar en paz a las familias que viven en fincas municipales ocupadas en Vallcarca y poner fin al alquiler de temporada, a las que, a los pocos días, se unió una tercera, la de frenar las “compras especulativas de vivienda”. Dentro de un orden, parecían demandas asumibles, ya que los afectados por el plan urbanístico del norte de Gràcia podían ser realojados y los pisos por meses están en la lista de tareas pendientes de regular por parte del Ayuntamiento. Este lunes, sin embargo, los comuns

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