El Real Valladolid está a punto de salir del limbo legal en el que estaba instalado desde mayo, con un consejo de administración en el que figuraban los elegidos por el antiguo propietario formal: Ronaldo Nazário y su empresa Tara Sport 2018 SL (Ronaldo, Espinar, Fenaert y Ferrero, éste sin derecho a voto) pero con mando por parte de quienes le compraron el club, los fondos de inversión Ignite y Ben Oldman, a través éste de su filial, Ben Oldman Sports.

Esta especie de coprincipado está a punto de finalizar. El punto que impedía a los nuevos dueños formar un consejo de administración era su visto bueno a las cuentas anuales de Ronaldo pues, de asumir antes los cargos, se harían responsables de cualquier problema legal que derivase de las mismas, aunque no fuese responsabilidad suya haberl

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