Wikelman Ramírez, un joven lanzador de 25 años que jugó en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional con los Navegantes del Magallanes, fue asesinado el lunes en Valencia. Según la periodista Georgeny Pérez, Ramírez fue víctima de un robo y, al resistirse, perdió la vida.

Ramírez tuvo una breve carrera en el béisbol profesional, participando en solo 12 juegos con el Magallanes. Su última aparición fue en la temporada 2022-2023, donde lanzó 33.1 entradas, permitiendo 27 carreras limpias y logrando 19 ponches, con un WHIP de 1.74. Antes de la campaña 2024-2025, el equipo decidió dejarlo en libertad, y no fue contratado por ningún otro club para las siguientes temporadas.

A pesar de no haber sido considerado un gran prospecto, Ramírez mostró destellos de talento en su carrera. En 2017, tuvo una destacada efectividad de 1.02 en República Dominicana, su primer año como profesional. También brilló en la Liga Mayor con los Marineros de Carabobo, donde en 2021 solo permitió 6 carreras limpias en 32.2 entradas. En 2023, finalizó con una efectividad de 1.03 y 21 ponches en 26.1 episodios.

Sin embargo, su carrera se vio afectada por problemas físicos y altibajos, lo que llevó a los Rays de Tampa Bay a despedirlo en 2019. Desde entonces, no volvió al sistema de las Grandes Ligas.

Ramírez también dejó su huella en la Selección Nacional, lanzando un Juego Perfecto en los Juegos del Alba en 2021 y participando en varios mundiales juveniles representando a Venezuela. Su trágica muerte ha conmocionado al mundo del béisbol y a sus seguidores.

La comunidad del béisbol lamenta la pérdida de un joven talento que prometía mucho en su carrera deportiva.