Desde Barcelona

UNO Rodríguez entra en Netflix para ver otra vez la Frankenstein de Guillermo del Toro que salió de ver días atrás en un cine. Pantalla grande entonces, pantalla chica ahora: el tamaño máximo de lo que sucedió por primera vez ahora reducido al tamaño mínimo de lo que se recuerda que sucedió. Exactitud reducida y, se dice Rodríguez. Y falta cada vez menos para que la memoria funcione así: exacta, almacenada, comprimida, recuperable a un click de distancia; y, por supuesto, ya hubo un episodio de Black Mirror (también en Netflix) explorando todo eso a explorarnos. Mientras tanto y hasta entonces, somos cada vez más incapaces de recordar teléfonos, direcciones, nombres ajenos y casi cualquier otra cosa de pronto olvidable no por decisión sino por inercia. Y uno de los

See Full Page