Aunque la película que ya está en Netflix sea una de las adaptaciones más fieles jamás hechas, el verdadero poder está en sus desviaciones del texto: la sensación de que la historia narrada por el cineasta es tanto la suya como la de escritora Mary Shelley. Por

Abrí las costillas de Guillermo del Toro , mirá dentro de la cavidad, y ahí -donde debería haber un corazón latiendo y ensangrentado- encontrarás una copia del Frankenstein de Mary Shelley . Es el texto fundador de gran parte del terror moderno, pero cuando el cineasta detrás de El laberinto del fauno y La forma del agua describe la novela como su "Biblia" y al monstruo de Boris Karloff como su "Mesías", decir que simplemente se inspiró en ella parece quedarse corto.

No, Del Toro es demasiado etéreo para eso: mejor de

See Full Page