Fue ordenar Donald Trump la reanudación de los ensayos nucleares y Vladimir Putin amenazó con hacer lo propio. Los presidentes de Estados Unidos y Rusia parecen empeñados en poner fin a un mundo sin pruebas nucleares, algo que Moscú y Washington no hacen desde 1990 y 1992, respectivamente.

Ambos líderes dicen tener sintonía personal y, sin embargo, la tensión estratégica entre ambas superpotencias, que recuerda a los tiempos de la Guerra Fría, es evidente. Los dos países han pasado de convocar una cumbre en Budapest a plantearse la posibilidad de regresar al órdago nuclear como forma de hacer política.

Ya en agosto pasado, Putin ordenó el despliegue de un submarino atómico cerca de las costas rusas después de que el expresidente ruso, Dmitri Medvédev, sugiriera en las redes sociales un p

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