En 1968, Clint Eastwood fue elegido como protagonista en el musical western La leyenda de la ciudad sin nombre. Estaba en lo más alto de su carrera como actor, acababa de interpretar su papel revelación como el ‘Hombre sin nombre’ en la trilogía del dólar de Sergio Leone. Pasar de ser el rostro más emblemático del spaguetti western a lanzarse a cantar y a bailar significó desviarse ligeramente dentro del género por el que se le conocía.
Por aquel entonces, Eastwood estaba casado con Margaret Neville Johnson. Sin embargo, se sabía que tenían un "matrimonio abierto"; es decir, que Margaret aceptaba que el actor se tomase ciertas libertades al mantener diferentes relaciones extramatrimoniales.
Al comienzo del rodaje de La leyenda de la ciudad sin nombre, Eastwood tenía dos amantes. El actor

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