San Martín de Tours fue un obispo del siglo IV y es considerado actualmente uno de los santos más queridos por la iglesia Católica. Aunque creció en una familia pagana, desde muy joven sintió el llamado de Dios.

En su juventud, su padre lo obligó a unirse al ejército del Imperio Romano, donde finalmente encontró su vocación al encontrarse con un mendigo a quien le brindó abrigo cortando su capa con su espada. Según la tradición, esa misma noche, Cristo se le apareció en sueños vistiendo la mitad de la capa que le había entregado al mendigo, y le dijo: “Martín, todavía catecúmeno, me cubriste con tu manto”.

Después de ese encuentro, dejó el ejército y se convirtió en discípulo de San Hilario de Poitiers, quien lo ordenó sacerdote. Luego de esto, fundó el primer monasterio de Europa

See Full Page