A casi tres años de la irrupción de ChatGPT, la inteligencia artificial dejó de ser una novedad para convertirse en parte del proceso médico diario. Lo que durante la pandemia parecía futurista —una consulta por pantalla, un examen neurológico a distancia— hoy es apenas el primer paso de un ecosistema clínico que se apoya en datos, mediciones y herramientas automatizadas para mejorar la calidad del diagnóstico.

En este contexto, Conrado Estol, neurólogo especialista en ACV y longevidad, siguió de cerca la transformación. “Hace dos o tres años lo inusual era la teleconsulta. Hoy, en cualquier consulta médica, hay una IA que toma los datos necesarios para la historia clínica”, explicó. Para el especialista, la premisa es simple: “Sin datos no hay medicina, no hay ciencia, no hay historia cl

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