Aragón vive un momento singular: en apenas unos años ha pasado de competir por atraer centros de datos a anunciar tres megainstalaciones nuevas impulsadas por Forestalia que aspiran a reforzar su posición en el mapa europeo de la nube. El anuncio del Gobierno autonómico llega en plena carrera por captar inversión tecnológica, pero también en un territorio donde la red eléctrica trabaja al límite y cada gran proyecto depende de decisiones que aún no están tomadas. El resultado es un escenario tan ambicioso como lleno de incógnitas, que condicionará el impacto real de esta expansión.

Cómo funcionan estos complejos digitales. Un centro de datos es, en esencia, un corazón tecnológico que almacena y procesa información para millones de usuarios y empresas. Cada serie que se reproduce en s

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