Black River (Jamaica), 12 nov (EFE).- Black River ya no es lo que era. El histórico y antes activo puerto, en la costa suroeste de Jamaica, es ahora una ciudad fantasma después de que el huracán Melissa convirtiera este lugar en el epicentro de la tragedia.
Fue tal el nivel de destrucción causado por este huracán de categoría 5, el más potente jamás registrado en el país, que la gran mayoría de los habitantes de Black River han optado por abandonar la ciudad.
El panorama es deprimente con las calles vacías, sin electricidad, ni comunicaciones, ni comida, en un lugar donde miles de residentes han perdido sus hogares.
Justo en la desembocadura del río Black River, a un costado del puente, un grupo de hombres se reúne frente al mar para probar suerte en la pesca, como una forma de paliar e

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