Héctor Gutiérrez Trejo

Ya decía Salvador Allende esa máxima que se volvió lugar común, pero no por ello menos vigente: “ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica“. Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, con la aceleración de los procesos sociales, el surgimiento y la caída del Estado de bienestar, así como el advenimiento del neoliberalismo, ha tenido sus particulares luchas históricas: a veces por el comunismo, a veces por derechos reproductivos, otras tantas por la democracia liberal y la diversidad sexual.

En la década de los 60, mientras en la radio sonaban Los Beatles, The Ronettes y Jimi Hendrix, millones de afroamericanos salieron a las calles en los Estados Unidos para pelear por sus derechos civiles, apenas un siglo después de la abolición

See Full Page