El presidente argentino Javier Milei ha confirmado que no asistirá a la cumbre del Mercosur, programada para el 20 de diciembre en Foz de Iguazú, Brasil. Esta decisión fue comunicada oficialmente por la Cancillería argentina a las autoridades brasileñas. La cumbre es crucial para avanzar en el acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea, y Brasil, bajo la presidencia de Luiz Inácio Lula da Silva, esperaba cerrar negociaciones importantes durante este encuentro.

La noticia de la ausencia de Milei se produce un día después de que se anunciara su falta al G20, lo que ha generado especulaciones sobre su alineamiento político con el expresidente estadounidense Donald Trump. Según fuentes diplomáticas, la decisión de Milei y del presidente paraguayo Santiago Peña de no asistir a la cumbre del Mercosur se debe a diferencias sobre el momento y el lugar para la firma del acuerdo con la Unión Europea, así como a factores ideológicos que los acercan más entre sí que a Lula.

La falta de participación de dos líderes clave del bloque en esta cumbre es un hecho inusual y podría complicar las negociaciones con la Unión Europea. La situación se torna más compleja dado que Milei ha mantenido una postura de distanciamiento de los foros multilaterales tradicionales, priorizando sus afinidades ideológicas.

El canciller argentino, Pablo Quirno, representará al país en la cumbre del G20 en Sudáfrica, programada para el 22 y 23 de noviembre, donde también se espera la ausencia de Trump. La estrategia de Milei parece consolidar su camino propio en el escenario internacional, lo que plantea interrogantes sobre el futuro papel de Argentina en el comercio regional y global.

La Casa Rosada no ha emitido comentarios adicionales sobre la situación de Milei, pero en Brasil se ha confirmado que están a la espera de "nuevo aviso" sobre su participación en futuros encuentros. La comunidad internacional observa con atención cómo estas decisiones impactarán en las relaciones comerciales y diplomáticas en la región.