Una usuaria de banca digital perdió una suma considerable de dinero después de sufrir un robo de su teléfono y caer en una maniobra de estafa. La Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial confirmó el fallo de primera instancia, que distribuyó la responsabilidad entre la clienta y la entidad financiera. La sentencia especificó que la víctima deberá soportar el 25% del perjuicio económico, mientras que el banco correrá con el 75% restante , por considerar que ambas partes contribuyeron al resultado.

La afectada relató que, tras el robo de su celular, comenzó a recibir mensajes en WhatsApp de una persona desconocida que afirmaba haber depositado por error una suma en su cuenta bancaria y solicitaba la devolución. La comunicación incluyó un supuesto comprobante de transferencia. Al no

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