Durante los meses de bajas temperaturas , muchas personas experimentan un aumento en la necesidad de orinar , incluso sin haber incrementado su consumo de líquidos. Este fenómeno, conocido como diuresis por frío , constituye una reacción fisiológica del organismo ante el descenso térmico y, en la mayoría de los casos, no representa un riesgo para la salud.

El mecanismo detrás de este proceso se activa cuando el cuerpo se expone al frío. En ese contexto, los vasos sanguíneos de la piel se contraen mediante la vasoconstricción, lo que permite conservar el calor corporal. Esta contracción reduce el flujo sanguíneo hacia las extremidades y lo dirige hacia los órganos internos, incrementando así el volumen de sangre que circula cerca del corazón y los riñones .

Como consecuencia,

See Full Page