El gobierno de Estados Unidos ha implementado nuevas directrices para el otorgamiento de visas de inmigrante que consideran factores como la obesidad y la responsabilidad sobre personas con necesidades especiales como posibles motivos para denegar la entrada al país. Esta medida forma parte de una política migratoria más restrictiva impulsada por la administración de Donald Trump, con el objetivo de limitar lo que califican como cargas económicas para el sistema público estadounidense.

Según un memorándum difundido a principios de noviembre y confirmado por la agencia AFP, el secretario de Estado, Marco Rubio, instruyó a las embajadas del país a evaluar si los solicitantes presentan condiciones como la obesidad, debido a que estas podrían implicar “atención costosa y prolongada

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